martes, 18 de octubre de 2011
UN LAGO SECUESTRADO POR ALIENÍGENAS (ARCHIVOS DEL "CUADERNO DE BOCETOS MAPLE WHITE")
Publicado el 11/07/07, por Juan Carlos Pérez.
Un lago, el lago Témpanos, desapareció un día. La primera vez que alguien constató la desaparición del lago Témpanos fue el día 27 de mayo, y con certeza se sabe que el lago estaba todavía en su lugar en marzo-abril. Casi nada: unos diez kilómetros cuadrados de agua que de repente no están donde solían estar, quedando en su lugar un lecho seco de unos treinta metros de profundidad, con témpanos de hielo (supongo que sería por lo del nombre del lago, pues de otro modo habrían aparecido líquenes y se llamaría entonces lago Líquenes).
“No digo que se dé todos los días, pero no es tan inusual”, afirmó entonces el glaciólogo Andrés Rivera, del Centro de Estudios Científicos en Valdivia.
El lago Témpanos se encuentra situado a unos dos mil kilómetros al sur de Santiago de Chile. Y digo “se encuentra”, y no es ningún error, puesto que el lunes día 2 de julio, el lago volvía a aparecer, o mejor, comenzaba a llenarse nuevamente.
Parece ser que al glaciólogo Andrés Rivera le faltó poco para decir: “¡Mira que os lo advertí…!”. Y es que efectivamente resulta que no es algo tan extraño en cierto tipo de lagos, concretamente en el tipo de lagos que aparecen y desaparecen (ver tipos de lagos: tectónicos, de barrera, glaciares, de cráter, …)
Las razones esgrimidas para este comportamiento son, cuanto menos, algo peregrinas: la inestabilidad sísmica de la zona; un río que le servía de alimentación y que no se encontraba en su mejor momento; fenómenos locales de deshielo o no tan locales como aquellos que se relacionan con el ahora omnipresente cambio climático. Una de las últimas posibilidades apunta a una grieta en una de las paredes de hielo del lago por la que fluyó agua hasta que volvió a cerrarse y quedar nuevamente confinada.
En fin, una vez más la ciencia acude rauda y veloz a la caza y captura de cualquier rasgo extraño, inusual o fantástico que pudiera surgir en nuestra realidad cotidiana, proporcionándonos una explicación a fenómenos cuya comprensión tal vez mereciera quedar difuminada por el dulce encanto del misterio.
No es una defensa de la ignorancia, sino una aclamación a lo extraordinario.
Yo, por mi parte, prefiero pensar en una nave extraterrestre que utilizó esa agua como combustible en su viaje interestelar, claro está, tras el necesario proceso de hidrólisis para la obtención de hidrógeno. Sigo pensando en cuál sería la razón de que volviera a aparecer, no me queda claro. Mientras, disfruto con las fotografías del antes y el después.
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5 comentarios:
Hombre, es muy extraño, Gargola y esas explicaciones científicas me parecen poco sólidas. No se si Iker habrá tratado el tema...
si los alienigenas se llevaron toda el agua lo mismo eran como los de la serie de V que ademas de por comida venian por el agua jejeje
-Marcos, recuerdo que Iker le dedico un amplio reportaje en su programa. Ya sabemos que este hombre a la mínima aprovecha cualquier cosa para meter a los marcianos de por medio.
-Sardu, normal, jajajjajaa, todo lagarto necesia de un charco para darse un bañito, jejejejje.
Un saludo y gracias por comentar.
Mis conocimientos de geología son bastante primarios para poder opinar si las explicaciones científicas son viables o no. Cuando menos, un caso raro, raro y una entrada muy curiosa.
Saludos
-Quimérico, la verdad es que mis conocimientos cientificos veo que son iguales que los tuyos, jejjejee. De todas formas no es la primera vez que pasa esto, en un lago de Rusia ocurrió lo mismo, y también desaparecieron los árboles que rodeaban el lago.
Un saludo y gracias por comentar.
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